Las lechuzas, nuestras aliadas blancas

En el invierno del año 2021 contactaron a una de las voluntarias de nuestra ONG, dándole aviso de que en un silo de cereal abandonado había un nido de lechuzas de campanario (Tyto furcatta) que fue saqueado y robado. Luego de localizar a los pichones, los mismos debieron ser trasladados a manos de nuestra voluntaria para su rehabilitación.

Las lechuzas de campanario, son una especie que se encuentra distribuida ampliamente a lo largo del mundo. Muchas veces son perseguidas y cazadas por ser consideradas de mala suerte. Viven en nidos en huecos de árboles o casas abandonadas, donde ponen sus huevos, y ambos padres cuidan de los pichones hasta su independencia. Se alimentan principalmente de roedores, y otros vertebrados pequeños, como murciélagos, aves más pequeñas, anfibios, y también de pequeños invertebrados. En una noche pueden cazar hasta 50 ratones.

Se trataba de tres pichones de un poco más de un mes de vida, que de no haber intervenido a tiempo hubiesen tenido un terrible final debido al encierro y a una mala alimentación. La rehabilitación total llevó aproximadamente dos meses, requirió de una dieta específica, varias visitas al veterinario y de instalaciones acordes a la especie. 

Hay que tener en cuenta que todo animal en etapa de crecimiento asocia rápidamente que quien le provee comida es bueno, esto es importante tenerlo en cuenta, porque si nos ve a los humanos como proveedores, cuando vuelvan a la naturaleza tratara de acercarse a nosotros, y como sabemos no todos los humanos son buenos. Debido a esto es importante evitar que nos relacionen con la comida, para eso se utilizan títeres que simulen ser sus padres verdaderos. Muchas veces por desconocimiento los pichones de aves de rapiña son alimentados con carne vacuna picada, lo que provoca enfermedad metabólica ósea (EMO) por insuficiente aporte de calcio, esto ocasiona daños que muchas veces son irreparables, como la falta de desarrollo, tetanias, reblandecimiento de los huesos, parálisis, deformaciones en alas y patas. La EMO, sumada a la humanización que sufren los animales, los incapacita para volver a la vida silvestre. Es por esto que a la hora de ayudar busquemos personas capacitadas, y logremos entender que un error puede ocasionarle un daño permanente por el resto de vida a un animal. 

Como se mencionó con anterioridad, la dieta de las lechuzas es principalmente a base de roedores, por ende es importante tratar de brindarle una dieta lo más similar posible a la que tendrían en la naturaleza, además de esto es necesario estimular su instinto de caza.Después de dos meses de rehabilitación, las tres lechuzas fueron liberadas de forma exitosa, el lugar elegido para su liberación fue un área protegida. 

Es cada vez más frecuente encontrarnos con esta especie en zonas periurbanas debido a que es allí donde se encuentra su principal fuente de alimento. La convivencia con esta especie es segura, y a su vez conveniente: se encargaran de forma eficiente de los roedores. Siempre que te encuentres con fauna silvestre contáctate con un veterinario especializado en la temática, o con la dirección de fauna de tu provincia. Trata de no molestarlo y resguardarlo del peligro, pero no lo alimentes hasta no estar seguro de su dieta, y bajo ningún punto quieras medicarlo, también es importante recordar que los animales silvestres le temen a los humanos, no los toques ni trates de calmarlo hablándole o teniéndolo en tus brazos ¡Ayudanos a seguir ayudando! ¡Unite a nuestra causa! Dona ahora para que juntos podamos seguir rescatando: CBU 0170017620000005203590